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miércoles, 30 de diciembre de 2020

En Ecuador ¿Queman esculturas para celebrar el fin de año?

 

Monigotes quemándose




En cada país existe varias tradiciones para finalizar el año, por ejemplo, tenemos a Dinamarca y su tradición de romper platos, esto con el fin de ahuyentar los malos espíritus, o también a Rusia y su clásico baño en agua helada, una forma de simbolizar el renacimiento de un nuevo año, y como olvidarnos de la cávala de las 12 uvas en España, esto con el fin de pedir un deseo por cada uva que se ingiera.

Latinoamérica no se queda atrás en sus tradiciones, entre ellas tenemos el salir con una maleta y correr alrededor de la casa, esto con el fin de obtener un viaje en el nuevo año, otra tradición muy singular es el de utilizar ropa interior con un color especial, cábala que busca encontrar el amor, dinero y buena salud para el año venidero.





Pero de todas las tradiciones que hemos mencionado hay una muy particular que se vive en la mayor parte de Latinoamérica, pero ha tenido gran protagonismo en Ecuador, la conocida quema de años viejos o “monigotes”, que son esculturas de papel y cartón, en la actualidad pueden llegar a medir, el tamaño de una casa de dos pisos y son quemadas al finalizar el año.

Monigotes de aserrín  Monigotes grandes de cartón



Pero ¿Cómo surgió esta tradición?

La quema de muñecos era una costumbre en la antigua roma, un rito que se extendió a los territorios conquistados por el imperio romano entre ellos España, quien al conquistar américa trajeron esa costumbre, pero esta quema de los muñecos, no era con el fin de terminar el año sino más bien, para celebrar la fiesta conocida como la quema del judío, fiesta que hacía alusión a la quema y apedreamiento a un muñeco que simbolizaba a Judas Iscariote por su traición a Jesús. 



Imagen con varias personas antigua


En Ecuador la quema de monigotes en fin de año, se remonta a la epidemia de fiebre amarilla, específicamente en Guayaquil, pues para evitar la propagación del virus, se hacían atados con la ropa del difunto y se los quemaba, allí empezó la quema de monigotes hechos de paja y aserrín, esto remontándonos al siglo 20.


Monigote quemándose



El uso del material fue cambiando con los años, utilizando ya no solo el aserrín, sino una estructura o esqueleto de madera para poder formar fantásticas esculturas de gran tamaño, esto con el fin de competir barrio con barrio y ver quien hace el muñeco más llamativo de la ciudad.


Monigote gigante Tortugas ninja



Después de todo el trabajo que pudo haber durado meses, semanas o días, al momento que el reloj marque las 12 de la noche, estas esculturas se empiezan a desarmar para posteriormente quemarlas y poder cumplir la cábala de incinerar todo lo malo del año que termina y empezar un próspero año nuevo.




Monigote gigante quemándose



Ahora te dejamos una galería de fotos de estas fantásticas creaciones en  años anteriores:





Monigote gigante IT


Monigote gigante Salvador Dalí


Monigote gigante Bugs Bunny

Monigote gigante Alicia en el país de las maravillas

Monigote gigante Plaza Sésamo

Monigote gigante Lilo y Stich

Monigote gigante Van Gogh

Monigote gigante Nota periódico

Monigote gigante freddy krueger


Monigote gigante Queen


Monigote gigante Van Gogh



Monigote gigante El beso


Monigote gigante Sherk


Monigote gigante Hulk


Y a ti ¿Qué te parece esta tradición?, ¿Harías una escultura para luego quemarla?

Déjanos tu opinión en los comentarios.



3 comentarios:

  1. Interesante, me gustaría hacer una escultura de esas pero de políticos jeje

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  2. Bueno no me gustaría quemar algo que me costó tanto trabajo

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